jueves, 18 de abril de 2013

3.1.3 Elaboración de la lectura a profundidad

desarrollo de la lectura de profundidad

Modelos de comprensión lectora
Resulta patético observar las deficientes formas en que se aplica “pedagógicamente” la lectura, en relación con la Metodología Básica, pues se ha llevado este importante proceso cognitivo al terreno de lo ignoto, lo cual constituye un gra­vísimo error si se toma en cuenta que es la base de todo razonamiento y aprendizaje.
La lectura, entendida en su rigurosidad, es un proceso decodificador, de traducción de signos gráficos a imágenes psíquicas e imágenes sonoras, que deben repercutir en la com­prensión de manera profunda; pero generalmente se cae en aplicaciones primitivas, llanas, que sólo esterilizan la reflexión.
¡Cuántas ocasiones se escucha decir: “lean esto, lo otro, aquello” Y se enfatiza: “subrayen lo más importante” Se puede cuestionar: ¿quién ha enseñado cómo leer, cómo subrayar?, Y lo esencial: ¿qué subrayar de eso que llaman “importante”? Leer y subrayar, son términos que se consideran de sobra conocidos, por su aparente simplicidad y su constante uso; empero no se utilizan como elementos esenciales para el proceso de lectura y por ello tal asunto queda reduci­do a la nada.
Por ello, la propuesta de Lectura Interactiva Creativa está descrito en actividades sencillas y sistemáticas abocadas a lograr un nivel superior en la lectura de los discentes; Por lo que se estiman momentos básicos donde se deben analizar los posi­bles obstáculos que existan en la praxis, proponiendo alternativas que solucionen deficiencias de la lectura de compren­sión entre los alumnos.
He aquí una descripción de cómo aplicar la estrategia Lectura Interactiva Creativa, sin que por ello quede de manifiesto que es el modelo perfecto y único. De hecho, tal estrategia debe tener variantes para no caer en la repetición mecánica y sosa, pero ello depende del maestro que la aplique.
El maestro pide a los alumnos que busquen la información en diferentes medios. Les asesora sobre las alternativas de búsqueda: bibliotecas generales, específicas, Internet, compra de libros o revistas especializadas.
Observación: no debe precisarse el lugar donde se encuentra la información, sólo se sugieren espacios para que los alumnos logren su cometido y, así, desarrollen la habilidad centrada en la búsqueda de información.
  1. Ya obtenida la información, el maestro debe precisar con claridad los propósitos que se pretenden con la actividad, enunciando preguntas básicas: qué, por qué y para qué. O si se prefiere sólo se listan los temas y/o contenidos que habrán de estudiar en el proceso de aprendizaje.
  1. Después de los propósitos, el docente debe activar el conocimiento previo de los alumnos para formar contextos mentales compartidos. Aquí el maestro debe dar información general sobre lo que se estudiará, procurando no explicar los conocimientos a tratar, o puede preguntar a los alumnos lo que saben del tema para compartir la información con el grupo y no se parta de cero.
  1. Construidos los contextos mentales compartidos, los alumnos pasan a la fase de lectura en silencio y subrayado, donde es menester recomendar los distintos de tipos de subrayado y que éste sea en función de los objetivos propuestos. Aquí el maestro debe cuidar el proceso recorriendo el salón en todas direcciones para apoyar a los alumnos atrasados con la actividad o recomendar modificaciones.
  1. Terminado el subrayado, entramos a la fase de condensación, la cual consiste en elaborar fichas de trabajo (cita textual, resumen, comentario, mixtas) respecto a los objetivos planteados y a lo subrayado en el texto. Se les pide que ellos mismos escojan el tipo o tipos de fichas que usarán para condensar el conocimiento. Es importante que fundamenten la elección.
  1. Mientras el grupo elabora sus fichas, el maestro debe aprovechar el momento para revisar las fichas que surjan, para así corregir sobre la marcha los errores que cometen en la elaboración y no esperar a que las terminen para corregirlas, ya que si hay equívocos tendrían que rehacer el trabajo. La revisión está en función de que el contenido de las fichas responda a los objetivos y, también a la verificación de la estructura de las fichas elegidas.
  1. Terminadas las fichas, el maestro debe explicar el tema o temas involucrados en el proceso, esto no quiere decir que él hablará solamente. Al contrario, explica pero usando el conocimiento adquirido por los alumnos hasta esta etapa. En otras palabras, sirve de moderador en la explicación del grupo para con los conocimientos involucrados.
  1. Terminada la explicación, el maestro forma equipos, de cuatro personas máximo, y les pide que elaboren un mapa conceptual, en función de lo explicado por el grupo y de los propósitos planteados al inicio de la actividad. Se propone:
a) busquen palabras clave y enlace dentro de las fichas.
b) Jerarquicen las palabras clave (las enlace si no aparecen se deben crear) en barras verticales.
c) Estructuren el mapa conceptual en borrador. (aquí el maestro debe revisar y corregir el trabajo si es necesario)
d) Por último se expone el mapa conceptual ante los compañeros.
  1. Finalizadas las exposiciones de los equipos, las cuales deben estar bien fundamentadas, se procede a la transformación del conocimiento en un producto creativo y se dan opciones:
- Hacer un dibujo.
- Realizar un cartel.
- Diseñar una portada.
- Dramatizar.
- Elaborar una canción.
- Cambiar el género; si es narra­tivo convertirlo en poema, y viceversa.
- Cambiar personajes y contexto.

 






3.1.2 Elaboración de mapa mental de comprensión lectora



3.1.1 Identificar el proposito del autor
El proposito del autor de la lectura es que el lector se enfoque en su lectura y q preste la mayor atención que se pueda a el libro del autor.

¿Qué quiere lograr? Cuál es su visión?
Nuestro propósito es que las MIPYME de América Latina  crezcan y  sean más competitivas y sostenibles para  que contribuyan a generar más riqueza, empleo y bienestar.
Bajo esta óptica, y de acuerdo con la experiencia acumulada desde 1984, FUNDES es el referente de la MIPYME en América Latina, posición que consolida a través de sus investigaciones, del trabajo que realiza en sus oficinas establecidas en 10 países de América Latina y de las relaciones con  aliados de clase mundial.
UNIDAD III Comprensión lectora
3.1 Leyendo con un propósito

¿Cuáles son los propósitos de la lectura?

Todas las personas tenemos gustos distintos y formas de pensar diferente, lo que determina también lo que nos gusta, nos interesa y necesitamos leer, y lo que no nos gusta o no nos interesa leer.
Así mismo, muchas veces buscamos textos para entretenernos, para informarnos, para aprender, para seguir instrucciones, etc., pero esto también dependerá de cada uno de nosotros.
Existen variados tipos de textos y a continuación los clasificaremos para que tengas claro que es lo que te puede entregar cada uno de ellos.

Sin lugar a dudas, el tener una buena capacidad lectora es la mejor base para emprender el proceso de aprendizaje.
Recordemos que la lectura que se realiza con el objetivo de aprender, no es igual que la lectura que hacemos cuando queremos informarnos o simplemente entretenernos (leyendo un diario o una novela, por ejemplo), en cuyo caso el que no entendamos una palabra o un párrafo completo, no tiene mucha importancia. Cuando leemos para aprender, la situación es distinta, pues tenemos necesariamente que comprender todo lo que se nos presenta en el texto.
Es por esto, cuando queremos llevar a cabo un óptimo proceso de aprendizaje, debemos proponernos fortalecer la capacidad de llevar a cabo una lectura efectiva.
Los aspectos de una lectura al servicio del aprendizaje son variados y entre ellos podemos destacar:
1. Contexto donde se realiza la lectura
Para realizar una lectura con el fin de aprender, es decir, para estudiar, es necesario preocuparse de algunos aspectos del contexto o ambiente en que realizará dicha actividad. Por ello, antes de ponerse a estudiar hay que fijarse en lo siguiente:
·         La habitación que se ocupa debe estar bien ventilada y poseer una temperatura agradable (ni mucho calor ni mucho frío), sin molestias de ruidos ni otro tipo de distracciones (televisión, cuarto de juegos de los hermanos, radio, etc.).
·         Dentro de lo posible, la mesa de trabajo debe ser amplia, de manera que se pueda tener encima todo el material que se va a necesitar, y sin otros objetos de distracción como revistas, juegos, adornos móviles, etc.
·         La luz debe ser preferiblemente natural. Si no es posible, se sugiere que sea blanca o azul y que proceda del lado contrario a la mano con la que escriben (a un zurdo la luz tendrá que provenirle de la derecha).
·         Tanto la mesa como la silla deberán ser acordes a la altura del usuario. La silla debe ser cómoda, pero no en exceso, pues esto último le llevará a rendir menos e incluso a dejar de estudiar (con la incomodidad ocurrirá lo mismo). La silla debe tener respaldo y ser relativamente dura.
·         Debe cuidar mucho la postura: el tronco estirado y la espalda apoyada en el respaldo de la silla, manteniendo una distancia de unos 30 cm. del libro o apuntes. Si es posible, el texto debe estar inclinado por un atril u otro objeto, ya que esto ayuda a que la vista no se canse tan pronto.
·         Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a estudiar, no titubear e intentar mentalizarse con que ese es el trabajo que hay que hacer y que es mejor realizarlo con alegría y ánimo.
·         Antes de ponerse a estudiar se sugiere realizar una reflexión sobre todo lo que uno va a necesitar y colocarlo en la mesa o al alcance de la mano (diccionarios, libros de consulta, lápices, reglas, enciclopedias, etc.).

2. Velocidad de lectura
Otro aspecto importante a la hora de estudiar es la velocidad con que se lee, ya que aun cuando se tenga una excelente comprensión de lectura, esta no servirá de nada si usted no alcanza a abordar la totalidad del contenido que debe estudiar en el tiempo establecido.
Para aumentar la velocidad lectora, tenemos que partir de los fundamentos de lo que es leer.
Al leer nuestros ojos van moviéndose “a saltos” o fijaciones en las que se agrupan una o varias palabras. Por lo tanto, para aumentar la velocidad de lectura tenemos que tratar de realizar el menor número de fijaciones posibles en cada línea, para así en una sola fijación abarcar el mayor número de palabras posibles.
Podemos ver mejor esto en un ejemplo:
"Llega la exposición Cézanne./ Los que sientan la pintura,/ o entiendan algo de ella,/ la esperarán con ansia y temblor./ Hemos estado tan dejados/ de la mano de Dios/ en materia de comunicación internacional/ que este acontecimiento/nos parece un milagro.
Los espacios entre barras son el grupo de palabras que un lector normal percibe de un solo golpe de vista o fijación.
Teniendo claro cómo es que nuestros ojos se mueven sobre las palabras, le recomendamos practicar todo lo que pueda con textos que tenga a su alcance. Una buena alternativa para comenzar estos ejercicios para mejorar la velocidad de la lectura, es hacerlo con poesía, ya que las frases y líneas son más cortas.
Otra técnica que le puede ayudar a aumentar la velocidad lectora, consiste en elegir tres páginas seguidas de un libro que le motiven y que tengan más o menos la misma cantidad de texto.
La primera hoja deberá leerla a la velocidad que normalmente lo hace, pero procurando entender lo que se lee. A continuación, la segunda hoja deberá ser leída a la mayor velocidad posible, sin preocuparse por entender lo que se lee o si se salta palabras, y sin volver atrás. Por último, tendrá que leer la tercera hoja con la mayor velocidad que pueda, pero esta vez asegurándose de que entienda lo que lee y siguiendo las pautas de las que hablábamos antes (de las fijaciones) y procurar no volver atrás (uno de los mayores problemas de los lectores lentos).
Al terminar de leer la tercera hoja le sugerimos anotar el tiempo que le llevó esta última lectura. Este ejercicio debe realizarlo cinco días a la semana, durante tres semanas y luego descansar un día. Si la velocidad no aumenta, repita este ejercicio o pruebe la técnica que veremos a continuación:
Coloque una postal bajo la línea que lee, tratando de ir aumentando progresivamente la rapidez de la lectura y leyendo cada línea con sólo tres o cuatro fijaciones, según sea su longitud.
3. Técnicas para rescatar la información relevante
Las técnicas que le ayuden a leer más rápido serán un gran apoyo, pero por supuesto que no son suficientes, pues el hecho de que un estudiante lea a gran velocidad no asegura que esté comprendiendo lo que lee. Por ello, también es importante que adquiera técnicas que le ayuden a rescatar las ideas principales contenidas en el texto. Para cumplir con este objetivo, a continuación le entregamos algunas estrategias que le podrían ayudar.
a. Subrayado
El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto, con el fin de que una vez terminada la lectura, al leer únicamente lo subrayado se pueda recordar el contenido global de dicho texto.
Existen teorías sicológicas de la percepción humana que fundamentan esta técnica, ya que está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y mejor aquellas cosas que se resaltan. Por esto, es necesario que usted no sólo conozca esta técnica, sino que también la domine y la use.
El subrayado consiste en resaltar de otro color (se recomiendan colores vivos como el rojo o verde o los colores fluorescentes, aunque cansan más) aquellas series de palabras que tienen sentido y contenido semántico propio, de modo que con una lectura posterior de lo subrayado esto tenga sentido, se entienda el texto y se vean reflejados sus datos más relevantes. Por ello, no es necesario subrayar artículos, conjunciones y preposiciones y si es conveniente subrayar sustantivos, verbos, adjetivos, fechas, nombres propios, etc.
Es evidente que esta es una técnica algo difícil de llegar a dominar y que requiere mucha práctica.
Para subrayar no se recomiendan más de dos colores y también se puede sustituir la "raya" por recuadros o corchetes para señalar párrafos enteros o frases que consideremos de capital importancia.
Es aconsejable que subraye tanto sus libros (ya que están para ser trabajados y no para adornar) como sus apuntes o fotocopias. Se recomienda que el subrayado se realice durante la segunda lectura del texto que se tiene que estudiar, sin embargo, también se pueden ir señalando algunos datos o ideas principales en la primera lectura rápida.
También es importante que se acostumbre a escribir notas al margen, cuando no le queden claras algunas ideas o para completar con otros datos. Estas notas son muy beneficiosas, posteriormente, ya que facilitan la comprensión y amplían los conocimientos.
Como señalamos anteriormente, en la segunda lectura, reposada, comprensiva y analítica, es cuando debemos hacer estas operaciones.
A continuación presentamos un ejemplo que muestra cómo se han subrayado las palabras e ideas principales de un