jueves, 16 de mayo de 2013

3.3 GRADOS DE LECTURA

  • Global: el fin que se pretende es tomar contacto con los contenidos fundamentales para formarse una idea general o de conjunto muy clara, aunque sin descender a detalles. Este tipo de lectura puede y debe hacerse a bastante velocidad, forzando la mente a ceñirse exclusivamente a lo esencial.

  • Selectiva o parcial: es una lectura de búsqueda de aspectos muy concretos de interés para el lector. Descubres lo que te interesa, lo extraes del resto de la información y lo haces tuyo para utilizarlo cuando lo necesites. En este caso, prescindes por completo de aquello que no es de tu interés.

  • Crítica: con este tipo de lectura intentamos entender qué es lo que quiere comunicar el autor del escrito y lo contrastamos con nuestras ideas ya formadas al respecto sobre el mismo tema. De ese contraste surge un reacomodo en nuestros conocimientos, pues la información recibida nos hace ver mayor precisión, claridad y riqueza de datos. Requiere bastante tiempo y reposo ese tipo especial de lectura.

  • Comprensiva: es la lectura que no se satisface hasta estar seguro de haber entendido perfectamente todo el contenido de la lectura. A veces, el texto se resiste un poco a que entremos a desentrañar todo el mensaje que encierra y es necesario ser muy persistentes sagaces para hacerlo totalmente nuestro. En este tipo de lectura (que presupone lógicamente la lectura global) es fundamental que el lector se haga todas las preguntas lógicas posibles sobre el contenido. “A la comprensión se llega por la interrogación”. Pregúntate, una y otra vez, sobre lo que has leído hasta estar convencido de que sabes responder a todo.

  • Reflexiva: es la lectura del pensador, del filósofo, del hombre profundo. Mientras se lee de forma lenta y reposada, se produce una lluvia de ideas de gran calidad y riqueza de contenido que el lector va cotejando, jerarquizando y relacionando, buscando todas las afinidades, aproximaciones y contrastes. Requiere más tiempo de lectura, pues constituye el grado más elevado de abstracción y reflexión del que se alimenta el pensamiento realmente creativo.

                   Los distintos niveles

Ya hemos insistido que en toda lectura es imprescindible captar el mensaje que encierra el texto. Pero leer es también una forma de diálogo, sin palabras, de pensamiento a pensamiento, con un interlocutor presente sólo intelectualmente en su propia obra, en el libro.

Ese es el tremendo poder mágico de la lectura hacer posible que nuestro pensamiento se ponga en contacto con otras formas de pensar, profundice en los mensajes, los analice, valore y cale en ellos a distintos niveles de comprensión. Los autores suelen señalar los siguientes niveles de comprensión de cualquier tipo de mensaje:
  • Cero: la lectura convierte los signos escritos en fonéticos. Se identifican perfectamente las letras y las palabras, sin llegar a captar su significado. La comprensión es prácticamente nula.
  • Literal: es el grado elemental de la lectura que se caracteriza por una comprensión superficial del mensaje del autor. La mayoría de los estudiantes de EGB no superan este nivel literal de captación del mensaje y constituye la causa determinante del fracaso escolar. Difícilmente accede el alumno a profundizar, entender y dominar las ideas básicas de la lectura, y el aprendizaje y las sesiones de estudio son una carga pesada y aburrida. El aprendizaje literal o memorístico a que recurren termina por hacerles odiar el estudio y desistir por ello en no pocos casos.
  • Profundo: es una lectura más de ideas y de contenidos que de palabras, que permite profundizar en el pensamiento del autor hasta captarlo y dominarlo en toda su plenitud, pero sin ir “más allá”, sin trascenderlo totalmente.
  • Crítico: este nivel de comprensión presupone el nivel profundo o simbólico, ya que se pasa de los hechos o ideas a sus consecuencias. En la valoración de lo leído se distinguen claramente los hechos, de las distintas opiniones, injerencias y conclusiones claves a que puedan  llegar sobre estos hechos los distintos autores.
  • Literario: este nivel de comprensión, de signo marcadamente culto, pretende analizar y descubrir la belleza del lenguaje, la calidad de estilo, la riqueza expresiva, si se trata de un género doctrinal, satírico o de humor, etc, más que profundizar en el contenido del texto en sí.

                  Defectos de la lectura:

·          Dispersión mental: incapacidad para centrar la atención, interrumpiendo la lectura con preocupaciones ajenas al libro. Basta un disgusto, o una tensión por un tema personal para que se pierda el hilo. La vista se desliza por la página sin captar el contenido.
·          Inconstancia: el trabajo intelectual requiere repetición, insistencia. La lectura como aportación diaria al aprendizaje es insustituible.
·          Pasividad: jamás un libro se entrega del todo al lector que mantiene ante él una actitud pasiva. Es preciso releer, extractar, subrayar, esquematizar, contrastar, preguntarse sobre lo leído, con mente activa y despierta.
·          Hipercriticismo: actitud opuesta a la pasividad que adoptan algunos lectores con prejuicios frente a ciertos libros o autores imposibilita profundizar en los contenidos de forma absolutamente imparcial.
·          Actitud dubitativa: cuando en la lectura aparecen datos, alusiones y cuestiones cuyo sentido se nos escapa, permanecer en la duda equivale a bloquear el proceso del aprendizaje. Es la actitud del estudiante perezoso e irresponsable.

 
Cómo desarrollar la velocidad lectora

La velocidad ideal sería la del pensamiento. Es decir, que las palabras se convirtieran en ideas de forma instantánea. Las ventajas de la lectura rápida son muchas porque permite adquirir una información general sobre un tema en un breve espacio de tiempo o encontrar un dato concreto de forma rápida y eficaz. Sin embargo, no siempre es lo más conveniente y correcto leer a gran velocidad, tal es el caso de la lectura reposada y serena que precisa un texto bello demasiado intrincado y profundo. Entonces, la lentitud sería lo adecuado. Por eso, el buen lector jamás es monótono. Sabe siempre adaptar la velocidad al tipo de lectura y a los fines que pretende.

El lector medio lee al 50% de sus posibilidades. Si tomas ahora mismo un libro y comienzas a leer, es muy probable que leas unas 240-250 palabras al minuto, pero con un poco de entrenamiento, si te ejercitas siguiendo las orientaciones que aquí te ofrezco, es seguro que en menos de dos meses lograrás leer 100 palabras más por minuto, como unas 350-360, y si continúas ejercitándote, al final de curso estarías muy próximo a las 500 sin descender la comprensión.

      Por qué algunos leen más deprisa

Presta mucha atención para averiguarlo. Nuestros ojos durante el acto de leer e desplazan de izquierda a derecha a lo largo del renglón o línea, pero este movimiento no es continuo e igual, sino intermitente y desigual, es decir, que los ojos realizan en ese recorrido breves pausas, apenas perceptibles. Mira y fíjate en algún compañero mientras lee y compruébalo. La explicación está en que nuestro cerebro sólo es capaz de reconocer las palabras cuando los ojos se quedan quietos durante ese breve espacio de tiempo. En cada fijación de los ojos sólo quedan perfectamente enfocadas cuatro o cinco palabras con absoluta claridad, mientras que a uno y otro lado del foco no se ven con tanta precisión las palabras, pero el cerebro las reconoce y capta.

Al número total de palabras que puede reconocer el cerebro de cada persona se le llama haz de reconocimiento o campo de visión. Quienes pueden captar una línea entera de una sola ojeada tienen un haz de reconocimiento máximo y en segundos se leen una página. Quienes, por el contrario, disponen de un haz de reconocimiento de tan sólo una o dos palabras, necesitarán varias fijaciones para leer un renglón y su lectura será muy lenta.

      Defectos Característicos

  • Campo de visión muy pequeño, sólo se captan de un vistazo una o dos palabras como máximo.
  • Demasiadas fijaciones o detenciones de la mirada en cada línea.
  • Vocalizaciones, tal y como leían de niños en la básica. Apenas practican la lectura silenciosa, leen como hablándose a sí mismos.
  • Regresiones o vuelta atrás porque se pierde el hilo de la lectura, olvidando el comienzo de la frase antes de llegar al final. Se detiene tanto que pierde la idea y ha de comenzar nuevamente.
 
              Desarrollar la Velocidad
·     Ejercicios para regular el ritmo. Intenta leer a toda velocidad los textos que siguen, pero empleando un solo golpe de vista para cada grupo de palabras en que se divide cada línea. Cuantas más palabras se conozcan y más familiarizados estemos con ellas, más rápidamente las identificaremos.
·     Ejercicios que amplían el campo de visión. Procura fijar la mirada en el punto central de cada renglón tratando de captar todas las palabras de un solo vistazo.
Si
  •  
procuras
  •  
sintetizar
  •  
con precisión
  •  
y gran amplitud
  •  
muchas más palabras
  •  
sin duda podrás aumentar
  •  
hasta límites insospechados
  •  
tu actual haz de reconocimiento

·         Dos golpes de vista por línea

La propiedad                            fundamental
de la percepción                       es la de serselectiva
que sólo                                    Esto significa
aquello a lo                               se percibe
mientras que                             que se atiende
los estímulos                             el resto de
desapercibidos.                         pasan


·         Tres golpes de vista por línea

Cuiden              padres              y educadores
Que                  la luz                natural o
Artificial           entre por          la izquierda
En                    sujetos             diestros y
Por la               derecha en       los zurdos
Tampoco          permitan           al estudiante
Acercar              la vista              al libro
Más de             treinta               centímetros


 
      Amplitud de vocabulario

Ya hemos afirmado al principio que a menor número de fijaciones, mayor velocidad en la lectura. Pero el tiempo de una fijación depende de la rapidez con que identifiquemos las palabras comprendidas en nuestro haz de conocimiento y la identificación siempre vendrá dada por la familiaridad de las palabras. Es decir, que en cualquier caso la lectura será más veloz si la amplitud de nuestro léxico es notable. Te recomiendo, por tanto, que hagas del diccionario tu amigo inseparable.

Si además leemos inteligentemente, descubriremos el significado de una palabra por su contexto, es decir, por el sentido de la frase a que pertenece dicha palabra. Otras veces leeremos siguiendo las ideas básicas a través del contexto y saltándonos palabras que resulten redundantes.

      Salud, estado de ánimo

En principio, cualquier defecto de visión influye en el descenso de la velocidad en la lectura, por lo que la visita al especialista es obligada. Además, cualquier situación cansancio, falta de energía o estado de debilidad general o cansancio físico momentáneo lógicamente producirá descenso notable en la velocidad y rendimiento de la lectura. No leas en el auto, en micro o en el metro, pues fuerzas demasiado la vista. Procura estar bien descansado y  relajado físicamente y muy concentrado para aprovechar y rendir al máximo, realizando una lectura perfectamente comprensiva.

      Medida de la rapidez y comprensión

Hay autores que recomiendan la lectura dinámica o lectura simplemente rápida. Esta forma de leer no busca como fin primordial el aprendizaje o captación de contenidos, sino simplemente acostumbrarnos a un buen ritmo que sirva de apoyo en otras lecturas en las que sí se persiga, de manera directa, captar la información contenida en un texto. Personalmente he comprobado que es mejor ir aumentando gradualmente el ritmo, pero sin que descienda el nivel de comprensión de las ideas básicas. En consecuencia, si el objetivo de la lectura es captar, entender y asimilar el contenido del texto, la velocidad no ha de ser jamás superior a la que nos permita este fin último, que es la comprensión.

Hay ciertos tipos de lectura superrápidas que no persiguen captar las ideas básicas del texto, sino simplemente leer muy por encima para localizar un dato, una fecha o cualquier detalle concreto. Esto no es realmente leer sino rastrear, buscar una información que no engloba ni total ni parcialmente el contenido del texto.

·         Sobre-lectura

El rastreo permite formarse en breves segundos una idea muy general del contenido de un texto que no tenemos tiempo para leer completo, ni siquiera a gran velocidad. La vista en este caso no avanza únicamente de izquierda a derecha en línea horizontal. Los campos de visión incluyen dos o más líneas, mediante movimientos en zigzag por la página.
La localización es menos lectura que el rastreo, únicamente pretende encontrar un dato: una palabra en el diccionario, un número en la guía telefónica, una cita o alusión en un periódico o revista. El rastreo es muy aconsejable en la lectura de periódicos y revistas por la brevedad de los renglones. También es una forma práctica de repasar la lección minutos antes de entrar en clase u horas antes de un examen. Con la práctica, se pueden alcanzar las 2.000 palabras al minuto, mediante el sistema rastreo.

Con este tipo de lectura se camina sobre terreno seguro, ya que antes de comenzar a leer el lector ya sabe lo que quiere encontrar. Es un modo de lectura inteligente, racional y dirigida en la que no hay pérdida de tiempo posible, muy útil cuando sólo precisamos un dato exacto y concreto.

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